De manera excepcional debido a las condiciones atmosféricas actuales, la Conselleria de Transición Ecológica amplía hasta el 16 de junio de 2023 el periodo de quema de residuos vegetales generados en labores agrícolas. Hay que recordar que estos deben estar situados en los terrenos colindantes o con una proximidad menor de 500 metros de terrenos forestales.
Agricultores y organizaciones agrarias habían pedido una ampliación del periodo para las quemas agrícolas
Esta noticia llega tras las peticiones de los titulares de explotaciones agrarias y de organizaciones agrarias que habían solicitado la ampliación del periodo de quema de residuos agrícolas, ante la acumulación prolongada de restos de poda o de otras operaciones de cultivo que podían suponer un riesgo fitosanitario grave para los cultivos y las plantaciones colindantes.
La Consellera, Isaura Navarro, ha manifestado que “ante las lluvias que hemos tenido, es posible ampliar el periodo de quemas agrícolas hasta el 16 de junio, con el objetivo de facilitar las tareas del sector agrícola y que puedan realizar estas quemas tan necesarias e importantes para este sector”.
A finales del mes de abril, la Conselleria decidió permitir la quema de residuos agrícolas tras un mes de prohibición del uso del fuego debido a la sequía sufrida y el peligro de incendio. Las únicas excepciones a estas prohibiciones fueron los terrenos forestales, en los colindantes o con una proximidad menor de 100 metros. La Conselleria, para tomar esta medida, ha tenido en cuenta las precipitaciones en forma de lluvia registradas durante la segunda quincena de mayo, que han permitido aumentar la humedad del combustible forestal, disminuyendo el peligro de incendio forestal. No obstante, también han dificultado el uso del fuego para poder gestionar los residuos agrícolas.
Los restos de poda sin gestionar pueden provocar un incremento del peligro de incendios
LA UNIÓ había solicitado esta ampliación unos días antes de la emisión de la nota de prensa los responsables de la Conselleria de Agricultura. Argumentaban que las condiciones meteorológicas actuales y las previstas han impedido estas prácticas culturales por las lluvias y un peligro de incendios relativamente bajo. Consideran que esta segunda quincena ha habido elevadas precipitaciones en el territorio, lo que ha reducido el tiempo efectivo para gestionar restos de poda o quema de márgenes desde el pasado 29 de abril. Además, las previsiones para los próximos días y hasta la habitual prohibición de esta práctica a partir del 1 de junio, no eran mejores.
En consecuencia, muchos campos se iban a quedar con los restos de poda sin gestionar, pudiendo provocar un incremento del peligro de incendios y un aumento de la fauna silvestre (conejos), así como dificultar la gestión de las cubiertas vegetales de las parcelas y los tratamientos fitosanitarios contra plagas y enfermedades que pueden aumentar por la presencia de los restos vegetales.