La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que los precios de la almendra durante el último año han sufrido un desplome de hasta un 35% a pie de campo. No obstante, han subido un 4,3% a los consumidores.
Existe un desequilibrio entre oferta y demanda debido a las importaciones masivas de almendras procedentes de California
Ante esta situación, muchos productores han mostrado su descontento y amenazan con “dejar frutos sin recoger y el abandono de cientos de explotaciones: No queremos trabajar para perder dinero y que sean otros los que ganen a nuestra costa”.
Los agricultores también alertan de que esta disminución de los precios en origen se produce a pesar de la merma generalizada del 50% de la producción respecto a la media de los últimos ejercicios, tal como avanzábamos hace unos meses. Estos datos, tanto en España como en la Comunitat Valenciana, son a causa de las adversidades climáticas sufridas durante todo el año.
El sector, que se encuentra en plena fase de recolección, culpa de este desequilibrio entre la oferta y la demanda a las masivas importaciones de almendras procedentes de California, las cuales entran a bajo precio por su peor calidad.
La organización agraria advierte de que las cotizaciones en origen se están hundiendo muy por debajo de los costes de producción. Como ejemplo, la almendra Comuna se vende a 2,6 euros por kilo en pepita, frente a los 3,5 €/kg de hace un año (un 25% menos. Esto está ocurriendo también en la almendra ecológica en la que ha descendido su precio de venta a 4,8 €/kg frente a los 7,25 €/kg de hace un año (un 35% menos).
AVA-ASAJA pide al Gobierno que haga cumplir la Ley de la Cadena Alimentaria
Por todo ello, AVA-ASAJA pide al Gobierno que haga cumplir la Ley de la Cadena Alimentaria fijando los costes de producción de la almendra en cada eslabón. De esta manera, se aportará transparencia a la formación de los precios y se frenará los abusos comerciales.
Califican la campaña de catastrófica porque “después de que el año pasado no tuviéramos apenas cosecha, este año volvemos a tener poca cosecha. Los costes de producción siguen disparados, las importaciones inundan los mercados y los precios caen en picado. Encima, los consumidores están pagando en el supermercado las almendras más caras, de peor calidad y con mayor huella de carbono (llegan desde 9.000 kilómetros) mientras los agricultores de aquí se arruinan”.
Asimismo, solicitan de manera urgente a las administraciones destinar más ayudas directas que permitan aliviar las pérdidas sufridas por los agricultores, redefinir las ayudas acopladas de la PAC, flexibilizar los eco-regimenes y adoptar mejoras en el seguro de la almendra para adecuarse a las necesidades reales del cultivo.