Cada vez más nuestra agricultura tiende a desarrollarse de forma eficiente y busca la producción de los alimentos sin dañar el medio ambiente. Para ello, son necesarias algunas técnicas como la rotación de cultivos, la conservación de suelos, el uso de fertilizantes orgánicos y el manejo de plagas de forma natural, entre otras.
Además, en la nueva PAC hay contempladas una serie de reformas que buscan la transición hacia una agricultura y silvicultura sostenible dentro del marco europeo. Por eso, en Coarval queremos hablarte de algunas claves en el camino hacia la agricultura sostenible.
¿Qué hacer para conseguir una agricultura sostenible?
Uso eficiente del agua
Los recursos naturales como el agua y los nutrientes del suelo son fundamentales para la vida en la Tierra y para la producción de nuestros alimentos. El uso eficiente del agua implica llevar a cabo una serie de medidas para reducir el desperdicio con sistemas de riego por goteo, sistemas de recolección del agua de la lluvia o el uso de energías limpias para reducir la contaminación del agua.
Productos con certificación ecológica
En los últimos años, el uso de productos como fungicidas, pesticidas o fertilizantes ecológicos se ha convertido en una tendencia creciente en el sector agrícola. Des esta manera, se quiere reducir la contaminación del suelo y del agua. Existen multitud de productos con certificación ecológica disponibles para que los agricultores puedan conseguir la producción deseada.
Mejoras en la biodiversidad
Los campos agrícolas son uno de los principales ecosistemas que contribuyen a la biodiversidad de una región. Son el hogar de multitud de plantas, animales y microorganismos, por lo que es importante tomar medidas para mejorar la biodiversidad de los campos.
El uso de cubiertas vegetales en cultivos o soluciones biológicas a las plagas son una buena estrategia para promover la conservación de la fauna y la flora en las parcelas de los agricultores.
Fomento de la agricultura local y la economía rural
Con la creciente preocupación por la sostenibilidad y la resiliencia de la agricultura, la agricultura local y la economía rural ha cobrado protagonismo los últimos años. El fomento de estas contribuye a mejorar la seguridad alimentaria, aumentar la resiliencia a los cambios climáticos, mejorar la calidad de vida de los agricultores y reducir la dependencia de los productos importados. Esto se logra a través de la promoción de la agricultura sostenible diversificada, el fomento de la producción local, el desarrollo de infraestructuras que favorezcan la creación de mercados locales para los productos agrícolas.