El fósforo es un nutriente esencial para el crecimiento vegetal, cuya riqueza en P205 es del orden del 0,5 al 1% de la materia seca. Este elemento juega un papel muy importante en la fotosíntesis, en el transporte de nutrientes, en la síntesis y la descomposición de glúcidos. Asimismo, participa en la síntesis de proteínas, actividad de las diastasas y como transmisor de energía.
El fósforo como macronutriente
Se trata de un nutriente primario y se requiere en cantidades relativamente grandes en la producción agrícola y los cultivos. Por ello, es necesario un adecuado suplemento de fósforo en nuestros cultivos para que los vegetales se reproduzcan de forma óptima.
De hecho, podemos observar la falta de este nutriente en nuestras plantas cuando observamos un crecimiento raquítico, falta de frutos o flores, o las hojas tienen un color violeta debido a que el proceso de fotosíntesis se ha visto afectado.
Su principal función y capacidad es que los iones fosfóricos son capaces de recibir energía luminosa captada por la clorofila y transportarla a través de la planta. Además, tiene una gran importancia en el metabolismo de diversas sustancias bioquímicas.
El fósforo es un factor de precocidad, ya que activa el desarrollo inicial y tiende a acortar el ciclo vegetativo, favoreciendo la maduración. De igual manera, aumenta la resistencia de la planta al frío y a las enfermedades.
¿Cómo observar un déficit de fósforo en mi cultivo?
Si nuestro cultivo tiene una carencia de este elemento nutritivo se manifestará en los órganos verdes y en el grano. Observaremos un retraso en el crecimiento, fecundación defectuosa, movimiento anormal de las reservas y retraso de la maduración. Como consecuencia, nuestra cosecha se verá reducida y tendrá una menor calidad. También, observaremos una coloración purpúrea de las hojas más viejas como consecuencia del retraso en el crecimiento de las raíces y el florecimiento.
¿Cómo observar su exceso en los vegetales?
Por el contra, el exceso de fósforo, en su mayor parte, se manifestará con la absorción de otros nutrientes como el hierro, el manganeso y el zinc.
En ocasiones se recomienda aplicar de forma innecesaria altas concentraciones de fósforo que, si está presente en el suelo y no resulta necesario, también perjudica gravemente nuestras producciones agrícolas.
Por ello, ante la duda siempre recomendamos una analítica agronómica de la mano de expertos para determinar las necesidades reales de la explotación agrícola y la correcta fertilización de esta.
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