En la pandemia se ha reforzado la idea de que una buena alimentación es fundamental para disponer de mejor salud. No es de extrañar pues, que se haya aumentado la conciencia ecológica en los consumidores, y de forma más generalizada el valor que se le va a los productos que cuentan con el certificado de producto ecológico. De hecho, el 68% de los consumidores de este tipo de productos, los compra porque considera que son más saludables y que les va a ayudar a prevenir enfermedades.
España, líder en agricultura ecológica en Europa
En España se han ido incrementando los cultivos destinados a productos ecológicos en los últimos años, lo que ha supuesto que sea el país de la Unión Europea con mayor superficie de agricultura ecológica y el tercero en el mundo por detrás de Australia y Argentina.
En 2019, la superficie ecológica certificada en nuestro país se situó en 2.354.916 hectáreas, lo que supone que el 10,24% de la superficie agrícola útil (SAU) nacional es ecológica.
Pese a estas buenas cifras en materia de producción, y pese a que el consumo de la alimentación biológica ha crecido un 7,7% en relación con el año anterior, seguimos muy por detrás en consumo si lo comparamos con la media europea. Mientras que el consumidor español gasta una media de 50 euros al año en estos alimentos certificados, la media de consumo europea es de 80 euros al año. Destacan países como Suecia o Suiza que llegan a los 330 euros de media al año.
Desafíos a los que se enfrenta la agricultura ecológica en nuestro país
Desde ACES (la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados) creen necesario mejorar el surtido y disponer de más variedades para que el consumidor pueda elegir entre una mayor oferta.
Uno de los desafíos a los que se enfrentan los productores, es que los consumidores de productos de certificación ecológica no se fidelizan tanto a las marcas como a los propios productos. Por ello, es necesario poner en valor el producto.
También, manifiestan que desde las instituciones públicas no se han realizado en los últimos años campañas, tanto a nivel regional como nacional, que destaquen el consumo de estos. Hay que promocionar el consumo de los productos ecológicos para ponernos en la media de Europa.
Además, existe todavía confusión sobre lo que es un producto ecológico entre los consumidores, que los catalogan aún como productos premium y no como más sanos y naturales.
Nueva regulación en 2022
La producción ecológica en España dispone de regulación desde 1989 pero en 1993 entró en aplicación el primer reglamento comunitario que fue sustituido por el actual (834/2007) del Consejo sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos.
Desde el 1 de enero de 2022, hay una nueva legislación sobre agricultura ecológica que refleja la evolución que ha sufrido este sector en rápido crecimiento para poder garantizar una competencia leal para los agricultores y mantener la confianza de los consumidores.
Entre las novedades de esta nueva regulación, se encuentra el aumento del ámbito de aplicación de la norma. Hay una inclusión de nuevos productos como sal, corcho, capullos de seda, yerba mate y cera de abeja, entre otros. También aborda nuevas normas de producción para conejos, cérvidos y aves. Asimismo, pretende fomentar los circuitos cortos de distribución y las producciones locales para incidir en el comercio de proximidad.
