
La Unión Europea ha publicado finalmente el nuevo Reglamento de Envases y Residuos de Envases, planteando metas ambiciosas en cuanto a reducción, reutilización y reciclado, pero con grandes sobrecostes para industria y el sector alimentario en su conjunto.
El nuevo Reglamento Europeo de Envases y Residuos
La norma, publicada oficialmente la semana pasada, se aplicará a partir de agosto de 2026 en la Unión Europea y contiene, entre sus principales novedades, la obligación de diseñar los envases para ser reutilizables o reciclables con criterios específicos para 2030 y reciclaje a gran escala para 2035. El objetivo es incrementar el reciclaje y reducir el uso de plásticos de un solo uso. Este esfuerzo también se complementa con la introducción de etiquetas obligatorias para informar a los consumidores, y sistemas de Depósito, Devolución y Reciclaje (SDDR) para incentivar el retorno de envases.
Además, este reglamento establece medidas clave como la reducción de residuos mediante objetivos vinculantes y la promoción de sistemas de reutilización para ciertos tipos de envases, incluyendo los de bebidas.
Finalmente, con respecto a la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), son las empresas las que deben asumir la gestión de los residuos generados, junto con campañas educativas para aumentar la conciencia ambiental. Con estas medidas, Europa busca liderar la transición hacia una economía circular y un futuro más sostenible.
Incertidumbre por los requisitos de etiquetado en alimentación
El director del Clúster de Innovación en Envase y Embalaje, Jesús Pérez, afirma que el cumplimiento de la normativa implicará «costes significativos para las empresas en términos de inversión en innovación, cambios en los procesos de producción, adquisición de nuevos equipos y adaptación de la infraestructura y la logística». También señala que existe cierta incertidumbre en torno a la responsabilidad de las certificaciones y los marcados de los materiales reciclados, dentro de los cambios en el etiquetado.
Por ello, se pide más información y apoyo financiero de las administraciones, así como la planificación y flexibilidad para ayudar a las empresas a adaptarse.
En frutas y verduras frescas, por ejemplo, se necesitan envases específicos para preservar su frescura y evitar el desperdicio, al tiempo que sigue habiendo limitaciones técnicas para la reutilización en el vino, las bebidas espirituosas y los lácteos.
El reglamento fija objetivos de reutilización de envases en sectores específicos, porcentajes mínimos obligatorios de material reciclado incorporado y la reducción al mínimo de los envases, entre otros aspectos.
En cuanto a la responsabilidad ampliada del productor, España ya obliga actualmente a toda empresa que ponga en el mercado envases industriales o comerciales a adherirse a un Scrap (sistema colectivo de recogida, gestión y valorización de residuos).
Puedes consultar el reglamento aquí BOE.es – DOUE-L-2025-80087 Reglamento (UE) 2025/40 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de diciembre de 2024, sobre los envases y residuos de envases, por el que se modifican el Reglamento (UE) 2019/1020 y la Directiva (UE) 2019/904 y se deroga la Directiva 94/62/CE.