La Comisión Europea ha presentado la tan esperada comunicación sobre “Restauración de los ciclos sostenibles del carbono” o la llamada comunicación sobre la agricultura de carbono. Se trata de una propuesta para la reducción de forma considerable de la huella de carbono en la industria agrícola. Se espera que a esta comunicación le siga una propuesta legislativa sobre la certificación de la eliminación de carbono para finales del año 2022.
Además, la agricultura de carbono podría ser un ingreso adicional para las explotaciones al mismo tiempo que contribuye a reducir las emisiones de C02.
¿Qué es la agricultura de carbono?
La agricultura de carbono se presenta como una alternativa que puede ayudar a reducir la huella de carbono mejorando la materia orgánica del suelo y reteniendo el carbono orgánico del suelo. Esta propone que los suelos sean cultivados por métodos de cobertura. Es decir, que puedan ser cubiertos por sembradíos de bosques plantas que ayuden a la retención del carbono.
De esta forma, la plantación de bosques y contenido de material orgánico en áreas cultivadas podría ayudar al crecimiento de las plantas, aumentar el contenido total de carbono, mejorar la capacidad de retención de agua del suelo y reducir el uso de fertilizantes.
Algunos rasgos positivos de la agricultura de carbono incluyen:
- Aumenta las zonas agrícolas sostenibles
- Comporta la elaboración de mapas del suelo para tener un registro de su composición para así determinar los nutrientes restantes necesarios
- Reducen el uso de fertilizantes químicos, sulfatos y nitratos.
- El control y prevención de enfermedades se lleva a cabo mediante controles de humedad y temperatura.
Copa-Cogeca lamenta que el uso de fertilizantes orgánicos no esté incluido en dicha comunicación.
La Confederación General de Cooperativas Agrícolas (Copa-Cogeca), la cual representa a los agricultores, ganaderos y cooperativas de la Unión Europea, ha acogido con optimismo la inclusión de la agricultura de carbono en la agenda política. Consideran que permite capitalizar el potencial de la agricultura para luchar contra el cambio climático y lograr una Europa más verde.
En cambio, lamenta que el uso de fertilizantes orgánicos no esté incluido en dicha comunicación, ya que se trata de una práctica muy beneficiosa en términos de captura de carbono, biodiversidad y beneficios para el agua y suelo.
El objetivo final es que para 2030, las iniciativas llevadas a cabo por la agricultura contribuyan con 42 toneladas de almacenamiento de CO2 a los sumideros de carbono de Europa.
Puedes consultar el documento publicado por la Comisión Europea en materia de comunicación sobre agricultura de carbono aquí.