Ya podemos incorporar la harina del caqui a nuestra dieta. Esta está hecha a partir de sobrantes de piel y pulpa con propiedades antioxidantes y fibra y, es perfecta para la elaboración de yogures, patés, salsas, pastas e incluso repostería.
Harina de caqui procedente de la piel y la pulpa sobrante del zumo
El caqui ha experimentado un verdadero auge en España desde comienzo de los años 2000 y ya somos el segundo país productor, tan solo después de China.
El desarrollo de esta novedosa harina ha venido de la mano de investigadores del grupo de Industrialización de Productos de Origen Animal (IPOA) del Centro de Investigación e Innovación Agroalimentaria y Agroambiental (CIAGRO) de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche. Ellos esperan que esta novedosa harina tenga buena aceptación en el mercado. También, que sea utilizada tanto como colorante alimentario natural por su color anaranjado parecido al azafrán, ligante de agua o espesante, antioxidante natural o incluso como fuente de nutrientes.
Se trata de una fuente de fibra dietética y azúcares de origen natural hecha a partir de la piel y pulpa sobrantes del caqui. Estos se deshidratan y se muelen en dos procesos de escasa complicación tecnológica y con bajo coste. Su elaboración, por tanto, se lleva a cabo mediante un proceso sencillo de poco más de 24 horas que, además, tampoco genera residuos.
Propiedades y posibles aplicaciones en la gastronomía
La harina de caqui contiene una alta cantidad de carotenos (con actividad provitamina A), compuestos polifenólicos (antioxidantes con propiedades anticancerígenas) y fibra. Además, diferentes estudios realizados demuestran que el consumo regular de esta fruta ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares. Así mismo, también ayuda a disminuir el colesterol en la sangre y a mantener los niveles de glucosa estables.
Sus aplicaciones, como ya te hemos adelantado son muy variadas.
Por sus características, podría ser utilizada para productos de panadería o repostería en sustitución del trigo y como fuente de azúcares naturales. Inclusive, podría utilizarse como espesante en la elaboración de salsas. Es un plus para celiacos que ahora ven reducida su alimentación a productos con harinas de arroz, maíz, sarraceno o garbanzo. Para pasta, su cocción con harina de caqui es menor que en la pasta tradicional.