En el Día Internacional de la Mujer que se celebra hoy 8 de marzo, en Coarval queremos destacar el papel primordial que ha tenido y sigue teniendo el colectivo de mujeres en el desarrollo socioeconómico en la agricultura.
El 69% de quienes participan en organizaciones agrarias son hombres
Según las conclusiones del estudio ‘Participación política de las mujeres campesinas en el Estado español’, elaborado por la Confederación de Mujeres del Mundo Rural (Ceres), la igualdad está más lejos de producirse en el mundo agrario.
Este estudio apunta que el 69% de quienes participan en organizaciones agrarias son hombres, y en mayoría de los casos dependen de las figuras masculinas -padres y maridos-, para acceder a la tierra o contar con recursos.
Las mujeres también encuentran más dificultades para financiar sus proyectos por varias cuestiones. Una podría ser que, en muchos casos, las mujeres optan por modelos de producción a pequeña escala lo que les impide acceder a ayudas institucionales dirigidas a grandes producciones.
Del mismo modo, existe la necesidad de organizar actividades de formación orientadas de forma específica para ellas, ya que cuentan con dificultades para acceder a recursos que financien estas acciones. Muchas de las ayudas van destinadas a la gente joven o a las actividades mixtas, pero no específicamente para mujeres.
Según los expertos, la mujer rural es clave para afrontar la despoblación y asegurar una transición ecológica justa
Lo que más ejemplifica la situación de la mujer en el mundo agrario son los datos actuales (2021) en la Comunitat Valenciana, en los que se especifica que hay un 25% de mujeres socias de cooperativas frente al 75% de hombres.
Pese a estas cifras, las mujeres rurales (una cuarta parte de la población mundial) desempeñan su trabajo como agricultoras, asalariadas y empresarias labrando la tierra y plantan las semillas que alimentan naciones enteras.
Además, gracias a su trabajo, se garantiza la seguridad alimentaria de sus poblaciones y ayudan a preparar a sus comunidades frente al cambio climático.
Tienen un papel determinante para su vertebración territorial y social, y son un vector para la innovación y el emprendimiento rural. Sin embargo, en el medio rural todavía se mantienen escenarios de desigualdad entre mujeres y hombres, más agravados que los que se tienen en el medio urbano.
Por todo ello, desde Coarval reivindicamos la realización de políticas encaminadas a ofrecer una igualdad de oportunidades, tanto de acceso al empleo como a su mantenimiento. Así mismo, son necesarias nuevas políticas de conciliación con incentivos empresariales, el acceso a nuevas tecnologías e incentivos para la incorporación a la actividad agraria y ganadera para tener una igualdad real.