
Los viticultores, los cuales en su mayoría tenían la fruta recolectada y pudieron salvar sus producciones, denuncian que no se han llevado a cabo los trabajos de reparación tras la DANA y están ante una inminente brotación.
Los viticultores alerta que la gestión política de la DANA amenaza con provocar graves mermas en la próxima cosecha
La DANA del pasado 29 de octubre tuvo daños de dimensiones catastróficas en producciones, plantaciones, infraestructuras agrarias, maquinaria y vehículos agrícolas, explotaciones ganaderas, viveros, así como en arrastres de tierras que han llegado a provocar la desaparición de campos enteros.
En el caso de la vendimia, dado que la mayoría de la uva ya estaba recolectada, pudo salvarse. No obstante, la gestión política llevada a cabo después del temporal amenaza con provocar graves mermas en la próxima cosecha. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) advierte de que la brotación de la vid va a empezar de manera generalizada en los próximos días y urge al Gobierno a acelerar inmediatamente los trabajos de reparación de los viñedos damnificados para adelantarse a la inminente brotación y evitar así posibles daños en la futura producción de uva.
La organización agraria ha comunicado esta situación a TRAGSA, empresa encargada de las reparaciones de las infraestructuras y explotaciones agrarias afectadas, y al comisionado del Gobierno para la recuperación tras la DANA. Les han expresado “la enorme preocupación de los viticultores afectados” y les han solicitado que actúen cuanto antes.
Trabajos de reparación pendientes y mucha peritación de daños en algunas zonas damnificadas
Según denuncian los viticultores, la mayoría de los trabajos de reparación aún están pendientes de realización y en muchos casos, inclusive, la peritación de daños de las zonas damnificadas por la DANA, sobre todo en las comarcas de Utiel-Requena, Hoya de Buñol y Ribera Alta.
“El problema es que en las tres próximas semanas va a empezar la brotación de la vid; de hecho, ya ha comenzado la brotación en el caso de las variedades más tempranas. Si durante las reparaciones de estas parcelas, donde se requiere una maquinaria especializada en marcos de plantación estrechos, se echase tierra sobre las cepas, podría producirse una caída de las yemas y, por tanto, una pérdida grave de la siguiente producción de uva”, afirma el responsable de la sectorial del vino de AVA-ASAJA, José Luis Robredo.
La asociación también alerta de perjuicios similares en otros cultivos afectados por la DANA en las zonas del interior, como los almendros y los olivos. Con la llegada de la primavera y el aumento consecuente de las temperaturas, estas producciones adelantarán sus ciclos vegetativos y se encontrarán más vulnerables frente al movimiento de tierras, piedras y otros enseres arrastrados por la riada.