
La Comisión Europea ha propuesto una serie de medidas para garantizar que el sector vitivinícola europeo siga siendo competitivo, resiliente y un motor económico clave en las próximas décadas.
Nuevas medidas para ayudar al sector vitivinícola para hacer frente a los nuevos retos
Este sector vitivinícola europeo se enfrenta a varios retos, como la evolución de las tendencias de consumo, el cambio climático y las incertidumbres del mercado. Por ello, Comisión Europea ha introducido nuevas medidas específicas para ayudar al sector a gestionar su potencial productivo, adaptarse a la evolución de las preferencias de los consumidores y aprovechar nuevas oportunidades de mercado. Se espera que estas medidas también contribuirán a mantener la vitalidad de muchas zonas rurales que dependen de los puestos de trabajo del sector vitivinícola.
Los principales cambios incluyen una mayor flexibilidad de plantación, medidas para evitar excedentes, normas claras de comercialización, un mayor apoyo para incrementar la resiliencia ante el cambio climático, un etiquetado armonizado y apoyo para promover el enoturismo.
Christophe Hansen, comisario de Agricultura y Alimentación, ha declarado que «la UE es líder mundial en la producción y exportación de vino. Más allá del peso económico del sector y de los conocimientos técnicos de nuestros viticultores, los viñedos forman parte integrante de nuestros paisajes y de nuestro patrimonio cultural. Esta es la razón por la que presento hoy este paquete de medidas, respondiendo directamente a las peticiones del sector y de los Estados miembros”.
Flexibilidad en la plantación, etiquetado armonizado y promoción ampliada son algunas de las medidas acordadas
– Prevención de excedentes: Los Estados miembros estarán facultados para adoptar medidas, como el arranque (eliminación de vides no deseadas o sobrantes) y la cosecha en verde (eliminación de uvas inmaduras antes de la cosecha), para prevenir el excedente de producción, contribuir a la estabilización del mercado y proteger a los productores de las tensiones financieras.
– Flexibilidad en la plantación: Los productores dispondrán de mayor flexibilidad en el régimen de autorizaciones de replantación. Esto les facilitará la toma de decisiones de inversión en el contexto cambiante actual.
– Apoyo climático: Los Estados miembros podrán aumentar la ayuda financiera máxima de la Unión hasta el 80 % de los costes de inversión subvencionables para las inversiones destinadas a la mitigación y adaptación al cambio climático.
– Normas de comercialización claras: La comercialización de productos innovadores será más sencilla gracias a unas normas más claras y denominaciones de producto comunes para los productos vinícolas de menor graduación alcohólica en todo el mercado único.
– Etiquetado armonizado: Enfoque más armonizado para el etiquetado del vino, lo que reducirá costes y simplificará el comercio transfronterizo de la UE, a la vez que facilitará el acceso de los consumidores a la información.
– Promoción ampliada: La duración de las campañas de promoción financiadas por la UE para la consolidación del mercado en terceros países se ampliará de 3 a 5 años para garantizar una mejor promoción de los vinos europeos.