Las organizaciones agrarias LA UNIÓ Llauradora i Ramadera y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), protestaron el pasado viernes 20 de octubre contra la falta de reciprocidad de los acuerdos comerciales en la UE.
Los acuerdos comerciales de la UE con terceros países están provocando un grave problema en la agricultura
Ambas organizaciones a través de algunos de sus dirigentes y de forma reducida, sin tractores y apenas agricultores tras la desautorización por parte de la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana, estuvieron frente al centro comercial de El Saler en Valencia con una pancarta. En ese mismo lugar se celebraba la cumbre de los ministros de comercio de la Unión Europea en la que, entre otros asuntos, se prevén avances en las negociaciones del tratado con Mercosur.
Bajo el lema ‘Nuevo tratado, nueva traición’ han denunciado los graves problemas del sector agrario valenciano. Además, quieren seguir luchando contra los acuerdos comerciales que la UE está suscribiendo con países terceros y que están provocando una grave crisis de rentabilidad de nuestros agricultores.
Precisamente, los máximos responsables de AVA-ASAJA y LA UNIÓ, Cristóbal Aguado y Carles Peris, han criticado en el acto la desautorización de forma ‘irresponsable’. Manifiestan que es “una clara intencionalidad política, que supone un abuso de poder antidemocrático y que ha privado los legítimos derechos de movimiento y libertad de expresión de los agricultores valencianos”.
Las organizaciones agrarias exigen reciprocidad en las producciones que se importan de países terceros
AVA-ASAJA y LA UNIÓ exigen reciprocidad o cláusulas espejo en las producciones agrícolas y ganaderas que se importan de países terceros, de forma que existan las mismas condiciones de producción dentro y fuera de la Unión Europea para los alimentos que llegan a nuestros consumidores.
También reclaman una evaluación y revisión continuada de los impactos sobre el sector agrario europeo de todos los acuerdos comerciales suscritos por la Unión Europea con países terceros.
En el apartado de plagas o enfermedades de cuarentena, demandan un número máximo de detecciones a efectos de prohibir las que no puedan garantizar la seguridad fitosanitaria de sus producciones. Piden además no permitir, en las producciones agrarias que se importan de países terceros, el uso o el aumento del umbral máximo de residuos de materias activas fitosanitarias cuyo empleo está prohibido para las producciones de la Unión Europea por su riesgo para el medioambiente y la salud humana.
Otras peticiones pasan por implicar a todas las administraciones públicas, tanto en recursos humanos como económicos, para afrontar las amenazas fitosanitarias y zoosanitarias actuales.