Hoy en día no concebimos una noche de fin de año en España sin comernos las 12 uvas, pero ¿conoces el origen de esta tradición?
Las uvas de la suerte
La uva es un fruto que tradicionalmente se ha asociado a la buena suerte y a la positividad y no existe una única historia en cuanto a sus orígenes.
Una de las versiones más extendida es que, en 1898, agricultores murcianos y alicantinos quisieron dar salida al gran excedente de la producción de uvas debido a una buena cosecha. Repartieron los racimos como “las uvas de la suerte” en la puerta del Sol y de esta manera consiguieron promover el consumo de uvas en Nochevieja.
Otra de las versiones es que, a finales del siglo XX, las familias adineradas influidas por la burguesía francesa empezaron a celebrar la Nochevieja con champán y uvas. A modo de burla de la costumbre aristócrata, un grupo de madrileños decidieron acudir a la Puerta del Sol para comer uvas acompañados por el sonido de las campanadas.
Otras tradiciones de Nochevieja
Además de las uvas, en España existen diversos ritos y tradiciones que llevamos a cabo para empezar el año nuevo con buen pie. Marcar deseos y propósitos para cumplir en el año venidero, llevar dinero en los bolsillos y los zapatos en el momento del brindis para atraer la abundancia o lavarse las manos con cava para atraer la prosperidad económica son algunos de los más conocidos.
En otros países también cuentan con tradiciones relacionadas con alimentos típicos. Cocinar un gran pastel y esconder una moneda de oro dentro es una costumbre arraigada en Grecia. En Italia, la tradición es comer un plato de lentejas estofadas tras las campanadas para atraer la fortuna. Mientras que los suizos, creen que tirar helados al suelo traerá suerte y riqueza para el próximo año.
