La semana pasada visitamos, junto con algunas de nuestras cooperativas socias, el Secadero de Jamones Casa Conejos. Nuestro proveedor de jamones es una empresa familiar que convierte la carne de cerdo en todo un manjar, con el método tradicional de Secado Natural “a ventana abierta”.
Este Saber Hacer (know how) se basa en el conocimiento, transmitido de generación en generación que aprovecha el clima frío y seco de alta montaña, para elaborar un alimento exquisito.
Precisamente Casa Conejos, a través de la Asociación de Secaderos al Natural, es una de las empresas familiares que está promoviendo los valores de este Secado “a ventana abierta”, para que esta cultura sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
¡Y ojalá lo consigan! Para que la gente de los pequeños pueblos de Teruel pueda estar, como nos decía Laura Conejos: “bien orgullosa de su cultura”.
Coarval en el Secadero de jamones de Casa Conejos
En nuestra visita a Casa Conejos, hemos tenido la suerte de observar la “ciencia” de su secadero, y de cómo esa sabiduría popular de los maestros jamoneros se convierte en una técnica tradicional marca de la casa, además de ser también una práctica sostenible.
Ingredientes de esta receta ancestral: buen pernil, sal, observación del clima, naturaleza limpia, cero contaminación, paciencia y el cariño del maestro jamonero que vigila cada pieza con mimo durante más de dos años.
También, nos han dejado ver cada rincón y nos han explicado de forma minuciosa todos los pasos que tienen que seguir sus jamones, reconocidos con la etiqueta negra. Si somos sinceros, no pudimos dejar de salivar en toda la visita.
Por ello, agradecemos mucho que nos hayan abierto las puertas de su casa y que nos hayan tratado con tanto cariño. Tras la explicación del proceso que llevan a cabo y la visita por sus instalaciones, tuvimos el gran placer de degustar el delicioso jamón que puedes encontrar en nuestras tiendas.
Para finalizar queremos destacar el gran trabajo que hacen en Jamones Casa Conejos para que podamos encontrar estas piezas tan exquisitas en el supermercado. Como pudimos comprobar, se trata de un método tradicional que requiere de grandes conocimientos y saber ver lo que te pide la carne de cerdo en cada momento, en consonancia siempre con la naturaleza. Esperamos que su método de secado sea declarado Bien de Interés Cultural Inmaterial. Las familias de la zona se merecen este reconocimiento al trabajo bien hecho, así como no perder esta forma tan bonita de elaborar un buen alimento.