El proyecto que posibilitará que los agricultores cobren por compensar el CO2 con sus cultivos ha sido anunciado por Elisa Valía, concejala del Ciclo Integral del Agua y presidenta de la EMSHI, junto con Dionisio García, CEO de Global Omniun; el presidente del Tribunal de las Aguas de la Vega de València, José Alfonso Soria; el secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural y director de la Agencia Valenciana de Fomento y Garantía Agraria, Roger Llanes; y Javier Mejía, director de Marketing y Desarrollo de Negocio de AENOR.
Abre la puerta a que la agricultura valenciana obtenga un complemento por compensar CO2 con el cultivo
EMIVASA, la empresa mixta formada por el Ayuntamiento de Valencia y Global Omnium, ha desarrollado un método con el que determinar el CO2 que es capaz de absorber la huerta local y convertirla así en un sumidero de carbono. Esto posibilitaría que en un futuro próximo la agricultura local pudiera fijar derechos de emisión de CO2 y beneficiarse por ello.
Además, está trabajando con la Comunidad de Regantes en el proyecto piloto para medir cómo la agricultura sostenible valenciana puede generar derechos equivalentes para compensar CO2 con el cultivo y la huella de carbono que emite EMIVASA al desarrollar su actividad. Con el trabajo de campo, se deberá demostrar la validez de dicha metodología y lograr la certificación de AENOR.
Por su parte, Elisa Valía ha explicado que, medir y certificar la compensación de CO2, permitirá que todos los recursos destinados al impacto medioambiental se queden en nuestro entorno y no se envíen fuera. Para ello, ha puesto de ejemplo acciones que se llevan a cabo como la plantación de árboles en el Amazonas para la compensación del CO2.
Cada vez existe más demanda de proyectos de compensación de CO2
Ante la emergencia climática, Europa necesita crear sus propios sumideros de carbono y apostar por nuevas soluciones sostenibles.
Los plazos estimados para obtener resultados con este proyecto son de aproximadamente un año. También se ha resaltado que solo se tendrán en cuenta el CO2 de los terrenos que se estén cultivando, por lo que las mediciones y compensaciones solo afectarán a estos.
Los responsables de la iniciativa han comentado que no se sabe aún cómo se plasmará la compensación y una de las opciones que se baraja es a través de la comunidad de regantes, compensando pagos y derramas.
Tampoco se puede determinar por el momento cuánto valdrán esos derechos de carbono, ya que el mercado crece de manera exponencial y cada vez existe más demanda de proyectos de compensación.
