Se han cumplido las peores expectativas y ahora con la vendimia en marcha, La Unió Llauradora ha certificado que la sequía y en menor medida los pedriscos, han provocado un descenso de cosecha la uva de vinificación muy importante en todas las zonas productoras de la Comunitat Valenciana.
Está habiendo un descenso de cosecha de la uva de vinificación de hasta 40%
La organización ha observado que los rendimientos de la uva están siendo muy deficientes y las cepas están vacías. Tanto en zonas de Utiel-Requena como en la Hoya de Buñol o en el Vinalopó de Alicante el descenso podría ser de entre el 30% y el 40%.
Además, en el Vinalopó de Alicante los viticultores están sufriendo también ataques del mosquito verde en las pámpanas (hojas de la vid) y habrá que ver cómo afecta a los kilos que quedan por cosechar y a los grados del vino.
A pesar de la merma generalizada de producción en toda España, los precios de la uva siguen ruinosos. La mayor parte de la uva de vinificación que los agricultores están descargando en las bodegas de la Comunitat Valenciana se entrega con precios bastante por debajo de los costes de producción.
Pese a la importancia del sector vitivinícola en la Comunitat Valenciana, no ha recibido ayudas
LA UNIÓ considera que el abuso de la posición de dominio de los grandes grupos bodegueros está acabando con la viabilidad económica de las explotaciones ante la dejadez de funciones de la administración que ha de velar por los intereses de cientos de miles de viticultores.
También, lamenta la falta de ayudas extraordinarias en el sector vitivinícola valenciano por la sequía o por el conflicto bélico en Ucrania que sí han tenido otras producciones. La superficie de viñedo cumple un papel fundamental en la Comunitat Valenciana, ya que además de representar unos ingresos económicos para nuestras zonas de interior, contribuye a mantener la población y lleva ya varias convocatorias de ayudas sin que sus productores puedan acceder a las mismas.
Luis Javier Navarro señala que es de justicia recibir ayudas porque “la situación ha provocado una pérdida de competitividad de nuestras explotaciones y, por lo tanto, de la renta de las personas viticultoras”. También que la vendimia de este año se está viendo afectada por una sequía brutal, con incrementos en los costes de producción que rondan el 30 % respecto a la pasada campaña y unas cotizaciones además muy bajas.
